Cuando digo esperanza
no hablo de una señora con trenzas.
Ni hablo de una esperanza desganada
aguachenta.
Hablo de una esperanza porfiada
con piernas de escalera
y ceremonia de tigres
No una esperanza ingenua
No una esperanza interina.
Yo hablo
de una esperanza de trinchera
con fiebre y con pezuñas
con ovarios
y en pollera.