Un hombre camina los días
rozando abismos que no conocerá nunca
una mirada limpia se trepa al olvido
y el vidrio molido no lastima la intemperie de sus sueños
yo sigo esperando
acá adentro los espacios no envejecen
y está tan ahí tu presencia traslúcida
que casi es la misma esta luz de agosto
cada recuerdo es un ladrillo que late
la memoria es un barrio levantado a puro torcer el tiempo