y y a la vez da una confianza
arrulladora
en las mañanas
con olor a pan tostado
y a yerbiado con té de burro
ese, el del fondo de la casa.
Y papi es aún mucho más linda
papi que atame los cordones
que traeme las aquellas palmeritas
de esa confitería que ahora ya no existe
papi vení a buscarme porque el auto
no me arranca y hace frío
ayudame con el calefón y la cocina
papi comprame dulce de batata
y llevame a dar clases que otra vez
el auto no me arranca
qué le vamos a hacer,
padre querido...
Un día el padre tiene que irse para siempre
tan solo para que los hijos aprendamos
a no andar pidiendo tanta cosa
pero a mí me gustaría
padre mío,
tener tu mano fuerte
entre las mías
sentarme en tus rodillas
hacerte esas torrejas que tanto te gustaban
y jugar un truquito
y que te enojes
con la falta envido
y el quiero vale cuatro.
Está bien
yo comprendo...
pero a veces
te extraño tanto tanto tanto
que me da por no entender
porqué te fuiste
y sin aviso.